Opinólogos, periodistas, los hoy llamados influencers, especialistas, críticos – y criticones también – o cualquier otra persona que en conversaciones de sobremesa o simple y llanamente banales utilizan estas tres palabras: “en este país” para señalar despectivamente cosas que en nuestro México suceden. pues sepan que me choca la expresión y les explico porque:
Si, como México no hay dos; si, nuestro país que por su nivel de surrealismo Dalí no soportó; si, nuestro México mágico en el que las cosas más absurdas e inverosímiles pueden y pasan más a menudo de lo que nos gustaría. Y es que en eso radica, en parte, el problema, en que las cosas más extrañas y obscenas pueden suceder; ejemplos de ello hay demasiados: como ese microbús en la Ciudad de México, que por alguna razón quedó entre las vías del Sistema Colectivo Metro; aquel vehículo que subió y quedó varado sobre un puente PEATONAL, el camión urbano que creyó que podía ganarle a un encharcamiento – que tenía más pinta de inundación – y quedó a la mitad de la vialidad y a la mitad de su altura inundado; esos grandes héroes, atletas, que se fueron a la justa olímpica con APENAS armas para hacer frente y que aun así les recriminaron “no lograr las expectativas” a ojos de la directiva del deporte “en este país” –esa directiva que lo que gana, se lo unta, traga y viste “como le dé su chingada gana” (sic) – o esos miles de casos en los que inocentes pasan años en la cárcel hasta obtener un proceso judicial que atisba tener una incipiente justicia. Como dije: ejemplos hay muchos y los mencionados aquí son de apenas un mes atrás. Seguro, tú, querida persona lectora conoces miles más.
Definitivamente son cosas que nos desagradan, son cosas que no nos enorgullecen y por las cuales nos enardecemos cuando de fuera nos señalan nuestras verdades – si me permiten el término – pero que tanto nos enchilan – aprovecho de sus permisos en los términos, otra vez – y nos ofendemos y defendemos tratando de rechazarlo. Y ahí está la otra parte del problema: negarnos a que existen.
Hasta aquí he señalado ya dos puntos en los que sostengo que me choca la expresión “en este país” cuando va a acompañada de una crítica, de un señalamiento, de una queja o… de un desahogo. Al emplearla, nos estamos enajenando de la realidad, nos extraemos para entonces generar una observación lejana de lo que aquí nos sucede; te invito persona lectora a analizar que si empleamos “en este” significa que nos ponemos en un punto de análisis externo nuestra realidad. Nos negamos, implícitamente, a que los problemas ocurren y peor aún: nos ocurren. Ojo con esto: nos ocurren.
El primer paso para solucionar un problema, está en reconocerlo, eso ya nos da la mitad de la solución. Les apuesto que todos reconocemos los problemas que están a la vista de todos, solo falta reconocer que son NUESTROS problemas. A partir de ese enfoque comenzaremos a buscar NUESTRAS soluciones, comenzaremos a derribar las barreras que socialmente nos impiden mitigarlos y comenzaremos pues a tener un sentido de pertenencia pleno a nuestro país, tan pleno que no solo nos sintamos orgullosos de nuestros logros sino también de nuestros defectos. Defectos que hechos parte de nuestra identidad nacional como mexicanos y como mexicanos los aceptamos y vamos a resolver. Ahí empieza la unidad nacional.
Así que, les exhorto encarecidamente a ya no emplear “en este país” si se refieren a nuestro México, ya de perdido usemos “en nuestro país”, empezamos a cocer el hilo que hace tanta falta para unir lo que hoy día se encuentra tan roto: nuestro país, porque de lo contrario: me chocan.
Con todo orgullo, de nuestro país: Ray.
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Ray Rodríguez (martes, 03 septiembre 2024 11:48)
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